El mejor cine xxx, en Europa

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En el siglo pasado, los daneses fueron los que marcaron el ritmo de la industria del cine erótico mundial con la película Afgrunden, un melodrama erótico danés, rodado en 1910 e inmediatamente prohibido en los Estados Unidos de América. Lars von Trier, ¡no eres el primer danés en causar controversia!

Aunque durante la última década la industria cinematográfica mundial se ha vuelto más conservadora con escenas de sexo o desnudos menos explícitos, especialmente en un panorama más comercial, todavía hay un gran cine euroerótico proveniente del viejo continente. Te traemos algunas de sus producciones que cualquier cinéfilo como tú y aficionado a este género debería conocer. Comenzaremos con un clásico y luego echaremos un vistazo a las películas eróticas más recientes. ¿Estás listo?

  • El último tango en París (1972)
    Uno de los mayores clásicos mundiales del cine erótico, El último tango en París causó furor y emoción allá por los años 70. Protagonizada por el gran Marlon Brandon y la actriz francesa Maria Schneider, esta película cuenta la historia de un hombre estadounidense de mediana edad que inicia una tórrida aventura con una joven parisina. Una pieza erótica muy fuerte con una gran banda sonora, todavía es considerada por la mayoría como una de las mejores películas eróticas de todos los tiempos y puede ser apreciada por personas de todas las generaciones, incluidos tus padres.
  • Ninfómana – Volumen I (2013)
    La nueva película de Lars von Trier ha estado causando revuelo al otro lado del océano y los críticos la califican como una de las películas más sexualmente gráficas jamás realizadas. La película cuenta la historia de una adicta al sexo (Charlotte Gainsbourg) que es raptada por un hombre mayor tras ser agredida sexualmente, e insiste en contarle (y nosotras) su (complicada) vida sexual. Verás S&M, muchos tríos, sexo oral explícito, mucha desnudez e incluso una escena con una vagina y un juego de cucharas.
  • La vida de Adele (2013)
    Una de las películas más aclamadas de 2013 e incluso nominada a un Globo de Oro, La vie d’Adèle cuenta la historia de Adèle, una joven cuya vida sufre un cambio dramático cuando conoce a Emma, ​​una chica de cabello azul. Luego comienzan un viaje increíble para descubrir el deseo, la belleza y el amor. Una hermosa película.
  • Olas que desaparecen (2012)
    ¿Puede la ciencia ficción ser sexy? Por supuesto que sí, y Vanishing Waves es la prueba definitiva. Esta novela erótica de ciencia ficción de la directora lituana Kristina Buozyte cuenta la historia de Lukas, un científico informático neuronal que participa en un experimento para entrar en la mente de una niña en coma. Por supuesto, ella es hermosa y él se obsesiona con ella. La crítica la ha calificado como “una película de ciencia ficción fascinante, hipnótica”, con el valor añadido de ser sexy.
  • El sexo de los ángeles (2012)
    España lleva mucho tiempo mimándonos con grandes películas eróticas (quién no recuerda Jamón, jamón, una de las películas españolas más candentes de la historia, con Javier Bardem y Penélope Cruz). ¡Este no es una excepción! El sexo de los ángeles retrata el perfecto triángulo amoroso caliente. Bruno ama a Carla, pero luego conoce a la hermosa bailarina de hip-hop Rai y comienza una relación paralela apasionante (y gay). Una historia de amor, afectos y relaciones abiertas. Mucho sexo, tanto hetero como gay.
  • 9 canciones (2004)
    Si te gusta el indie rock y el sexo, ¡esta película erótica es definitivamente una buena opción! 9 Songs cuenta la historia de Lisa y Matt, un estadounidense y un británico que se conocen en Londres y pasan el tiempo asistiendo a conciertos de rock y teniendo sexo. Algunos críticos de cine han dicho que la película es solo pornografía «vestida con credenciales de cine independiente». Pero la película está bien si quieres pasar 71 minutos escuchando buena música y viendo a la gente teniendo sexo.

El documental, otra forma de hacer cine

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No hace tanto tiempo, cuando solo existían la tele analógica y gozábamos de solo unos cuantos canales de televisión, muchos nos veíamos torturados por nuestros padres a la hora de la sobremesa con el «temido» documental de la… bueno, no diré el nombre de la cadena, pero seguro que todos lo recordáis. Era un género que la juventud odiaba con todas sus fuerzas, a excepción de unos cuantos frikis; lo ponían el cártel de la peor basura televisiva, junto a los telediarios y a algún programa de cultura. Los padres y abuelos, sin embargo, como no llevaban tanto tiempo con la televisión entre ellos, adoraban estos espacios, otra manera de llegar a la cultura cuando ellos eran en su mayoría analfabetos, o tenían apenas los estudios primarios.

Ahora la cosa ha cambiado, por suerte, y por basura televisiva entendemos otra cosa; y por contra, siguen siendo durante décadas los espacios televisivos con mayor share, aunque todo el mundo convenga que no hay calidad ni ningún interés informativo. En lo que se refiere a los documentales, el género ha dado un giro de 180 grados, ayudado en gran manera por los canales temáticos (bendita TDT, que hizo multiplicar exponencialmente las cadenas televisivas) y por las plataformas de streaming. Sí amigos, esas cuantas que estás pensando han apostado por el cine y las series documentales, y las han puesto al nivel de mejor cines, nacional, europeo o internacional.

Al ser productoras independientes que se financian ellas mismas, el carácter de los documentales ha cambiado bastante, ocupándose de temas polémicos y que nadie nunca antes se había atrevido a abordar. Por ejemplo, a ninguna cadena nacional de ningún país se le hubiera ocurrido producir un documental sobre Pornhub, como sí ha hecho una famosa plataforma de streaming internacional. Y ha sido un éxito rotundo en todo el mundo, a pesar de referirse a un tema tan controvertido como la pornografía y su mayor proveedor en la red durante casi una década.

¿Qué tenían los sitios web de pornografía, con Pornhub en la cabeza, para convertirse en todo un fenómeno coincidiendo con el auge de internet? De todos los contenidos que nos ofrecía la red, los videos porno eran sin duda los más demandados, los más visitados y los que mayores beneficios daban. No había manera de navegar por el ciberespacio sin que te salieron trescientos mil anuncios de contenido adulto, y el 80% se referían a páginas webs especializadas en videos xxx, acompañados de fotos eróticas y poco más. De hecho, el cine porno empezó a perder fuelle a raíz de esto, puesto que las películas porno ya no eran rentable para las productoras; y es que eso de los contenidos gratis mató toda posibilidad de sacarles rédito. Al final, se pasaron a internet, y sacaban sus ingresos de la publicidad de los portales web, cosa que tampoco les fue mal, no lo neguemos.

El documental nos da muchas claves sobre aquellos años de la pornografía online gratuita y desatada; y sobre todo por qué esta plataforma de contenido adulto acabó por fracasar; al menos, algunas de las razones. Cierto que el porno online ya no es un negocio tan beneficioso como antaño, aunque ahí está, aguantando cuando muchas otras industrias de ocio han fracasado. Puede que ya no tenga beneficios millonarios, pero siempre tiene un público fiel que sigue las tendencias con una fidelidad admirable, adaptándose a los distintos formatos o a las condiciones para acceder a sus contenidos.

Pero dejando el porno a un lado, volvamos al tema que nos ocupa, el de la industria documental. Se ha desarrollado tanto, que ahora se hacen documentales en forma de película, con la calidad y la elaboración que eso conlleva. O, para rizar el rizo, incluso series documentales, relacionados por temática, o por abordar alguna cuestión desde distintos ángulos. Se está convirtiendo en un arte, y puede que pronto tengamos que incluir el documental entre los géneros cinematográficos, como hacen ya muchos festivales de cine europeo.

Películas europeas que no puedes perderte

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Aunque los historiadores están divididos sobre el lugar exacto de nacimiento de las imágenes en movimiento (Leeds, París y Nueva York aparecen de diversas maneras en diferentes relatos), Europa siempre ha sido una fuerza vital en la evolución del cine, artísticamente influyente, incluso cuando económicamente eclipsada por industrias más grandes. Así como los emigrados europeos moldearon el rostro de Hollywood, los movimientos estilísticos desde el expresionismo alemán hasta el neorrealismo italiano y la Nueva Ola francesa continúan repercutiendo en el cine mundial popular. Mirando a través de esta colección de películas extraordinarias, desafiantes y que cambiaron el mundo, es fácil ver por qué:

  • Nosferatu (FW Murnau, 1922, Alemania)
    Este thriller de 1922 es un hito del cine expresionista alemán. Subtitulada Eine Symphonie des Grauens (una sinfonía de terror), la película de FW Murnau está protagonizada por Max Schreck como el Conde Orlok, cuya presencia vampírica hizo temer a Dios en los cinéfilos de la era anterior al sonido. Las imágenes de la sombra no muerta de Orlok subiendo una escalera y arañando el corazón de su víctima se encuentran entre los momentos más inquietantes (y más parodiados) del cine.
  • La Pasión de Juana de Arco (Carl Theodor Dreyer, 1928, Francia)
    Es el rostro que todos recuerdan: ese generoso primer plano del rostro desgarrado por las lágrimas de la actriz francesa Maria Falconetti, manteniendo una compostura agonizante mientras su Juana de Arco es consumida por las llamas ante una multitud que rebuzna.
  • Los Vitelloni (Federico Fellini, 1953, Italia)
    Los vuelos visionarios más salvajes de Fellini no son del agrado de todos, pero una de sus obras más perdurables es esta historia temprana de ritos de iniciación. Los “grandes terneros” del título son un grupo de jóvenes en un pueblo costero, a quienes les resulta más difícil crecer de lo que esperaban.
  • Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960, Italia)
    El cineasta italiano Luchino Visconti es mejor conocido por sus melodramas radicales que se enfocan en las altas esferas de la sociedad. Una madre entrometida y sus cinco hijos cambian el sur rural de Italia por el industrial Milán en un intento por una vida mejor. Surge un perturbador triángulo amoroso entre los hermanos Simone (Renato Salvatori) y Rocco (Alain Delon, nunca más hermoso), y una prostituta inteligente y fogosa llamada Nadia (la fabulosa Annie Girardot).
  • Hable con ella (Pedro Almodóvar, 2002, España)
    Uniendo sus afinidades por el melodrama sincero, la experimentación ingeniosamente queer y el arte deslumbrante dentro del arte, esta historia intrincadamente estructurada de dos hombres que se unen a las mujeres comatosas bajo su cuidado es emocionalmente compleja y moralmente conflictiva en su delicado manejo de construcciones de género espinosas y límites corporales.

La realidad del cine porno actual

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Hoy vamos a dedicar este post al gran demonizado de la industria cinematográfica: el cine porno. Es curioso porque, como ya hemos hablado, la temática erótica está muy de boga, y sin duda el erotismo es una baza con la que cuentan muchos directores y guionistas para hacer más atractivas sus obras, pese a quien pese. Al final, parece que es políticamente correcto insinuar el sexo, pero no mostrarlo abiertamente. ¿Dónde ha quedado el género de la triple X?

El formato de las películas porno, como tal, está desfasado. Ahora muy poca gente se aventura a estar delante de una pantalla viendo una hora y media a gente manteniendo sexo; lo que se lleva son los videos porno, más o menos largos, colgados en las webs para adultos y a demanda del cibernauta. Quizá su atractivo radica en que suelen estar clasificados por categorías, con lo cual cada uno ve solo lo que le interesa; y por supuesto, la fuerza del streaming, sin cortes publicitarios y con la opción de descargarlos si se quiere volver a visionar sin conexión a internet.

Así que la industria de la pornografía se ha apuntado a los videos xxx; el porno online es un formato más barato, y por el que sin duda han sacado pingües beneficios, cosa que está bien, porque es un negocio. Y ese negocio ha arrastrado a mucha gente a querer mermar desde su modesta posición, así que los castings para ser actores y actrices porno se han visto llenos de gente amateur queriendo probar suerte en el mundo profesional. Y cuando no se superaban, bueno, tampoco se venían abajo; bastaba con grabar porno casero, y subirlo a una web, y ya se podía ser el/la protagonista de tu propia peli porno.

¿Y cómo es trabajar en una productora porno? Bueno, aunque tengan fama de ser producciones casi chabacanas, de baja calidad y sin otra pretensión que mostrar un polvo aunque con tintes artísticos, una película para adultos lleva detrás una enorme complejidad, y un enorme trabajo con una multitud de trabajadores detrás. Las caras más visibles, como siempre, son los actores y actrices; pero detrás de ellos, desde el director que firma con su nombre, hasta el más humilde de los asistentes del que coloca los créditos, hacen un trabajo ingente, que por supuesto desean tenga el mejor resultado posible. Las pelis xxx no son producto de la improvisación, todos los implicados en ella se esfuerzan e intentan dar su propio toque para que el resultado se diferencie de otros en la medida de lo posible.

Y no lo olvidemos: el porno es porno. No es una tonta frase repetitiva, sino que debemos darnos cuenta del objetivo de la pornografía, que no es otro que el de excitar sexualmente a su público. Claro, cada persona tiene su propio gusto, y un punto que ha de tocarse para que eso sea de una manera u otra, o se producta a más o menos velocidad. Pero en su conjunto, el porno ofrece todo ese estímulo, y no lo olvidemos: el sexo es una emoción primaria. Así que, en realidad, y siendo justos, no deberíamos ser enrevesados ni exigentes con el cine X, cuando en realidad nos afecta tal y como se le pide.

Como en cualquier ramo profesional, los trabajadores de la pornografía no lo tienen fácil, siempre intentando innovar; es algo a agradecer, desde luego, y en los últimos años se ha visto como el porno evoluciona, gracias a nuevos formatos, nuevos directores, y nuevas maneras de contar lo que, en realidad, tiene poco que contar. Pero siempre es bueno que un mundo tan cerrado como este sepa mirar hacia delante y hacia los lados, pensando en no aburrirnos con las mismas cosas.

Los europeos, maestros del cine erótico

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A pesar de que los comienzos del cine europeo fueron de corte nacionalista e histórico, sin dejar atrás los efectos propagandísticos, no pasó mucho tiempo hasta que se desarrolló en toda Europa un género que elevó a nuestro cine a la maestría, y que aún hoy se sigue considerando así. Realmente, el cine erótico europeo, en su versión clásica, no tiene hasta ahora parangón ni competidor, y sigue siendo un ejemplo a seguir por todos los cineastas actuales, que no dejan de ensalzar a los viejos maestros y que se siguen inspirando en ellos a pesar de contar ahora con muchos más medios a su alcance.

Y eso que no podemos decir que la vieja escuela lo tuvo fácil. El sexo en la Unión Europea es hoy tema de estudio, pues se están dando curiosas singularidades en las rutinas sexuales de los europeos, y sobre todo, de las europeos; pero en la época dorada del cine erótico, no debemos olvidar que el sexo era un tema tabú en cualquier país del continente, y que la censura existía en todos en mayor o menor medida. Algunos países como Francia y Alemania consiguieron burlarla un poco, pero en contrapartida, en los países donde se exportaban estas películas era tan extrema, que difícilmente podían ser proyectadas, al completo sin cortes o directamente sin poder exhibirse en ninguno de los cines patrios.

Ahora todo esto nos puede parecer ridículo, acostumbrado como estamos al libre acceso a los videos porno en internet, y en general a cualquier tipo de pornografía. La sexualidad en vivo para nosotros, el público de ahora, no tienen ningún misterio, pero no era así hasta hace muy poco; y además, no debemos confundir erotismo con pornografía, aunque el objetivo parece que sea el mismo: conseguir que el espectador acabe excitado sexualmente.

Esto es algo que los grandes directores del cine erótico tenían muy claro. Su arte se basaba en conseguir una excitación sexual que atacaba a los sentidos, siempre usando situaciones y escenarios morbosos, que despertaban los sentidos, y con diálogos profundos o en ocasiones con la total ausencia de ellos. Y por supuesto, sólo insinuado los desnudos, que de ninguna forma podían ser integrales, y si lo eran, no debían ser mostrados; por suerte, la época del destape suavizó un poco los límites, aunque eso no fue lo que realmente dio calidad a este tipo de cine en nuestro continente, pues su leyenda ya estaba creada.

¿Por qué la sexualidad sigue siendo siempre un tema de actualidad? Esa es una pregunta que se hacen muchos, pero para mí la respuesta está clara: es porque a la gente le sigue interesando este tema, y dudo mucho que llegue el momento en que no lo haga. De hecho, la sexología es una ciencia que cada vez se hace más popular entre los estudiosos, y siempre aparecen investigadores o psicólogos que lanzan teorías sobre cómo mejorarla, y atacar sus múltiples problemas desde una visión empírica; y claramente, es porque genera un interés en los demás.

Y, al fina, ¿de qué se nutre cualquier género artístico, como por ejemplo el cine? Por supuesto, del interés del público, de aquellos temas que generan expectación y que quieren ver reflejados en las manifestaciones artísticas. Y el cine, si cabe, es uno de los que más debe tirar de eso, pues se trata de un medio sobre todo visual, que debe llegar a la mente a través del sentido de la vista. Así que el porno y el cine erótico, los dos géneros que más afectan nuestra mente, seguirán de seguro existiendo; el reto es conseguir alcanzar algún día el nivel de calidad de nuestro antiguo cine europeo.

Los mejores directores del cine europeo

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Generalizar no es bueno en absoluto, pero a veces la fama de años es imposible de sacudirse; así que, según se dice, cuando en el cine de Estados Unidos lo que sobra son los medios, en el de Europa lo que sobra es talento. Puede que no sea tan así en realidad, pero son muchos los directores estadounidenses que reconocen haberse inspirado en grandes maestros cineastas europeos; de tal manera que quizá no estaría mal dar un paseo por algunos de los nombres más relevantes:

  • Alfred Hichtcok: El maestro del suspense sigue muy vivo hoy, casi dos décadas después de su muerte. Sus películas tienen un estilo tan distinto, que el público que ve un estilo similar en otras películas tienden a llamarlo «Hitchcokniano», debido al uso inconfundible del suspenso y la inquietud.
  • Michael Haneke: Como crítico de cine antes de dedicarse a la dirección, las películas del director nacido en Austria muestran posiblemente el mejor retrato de la violencia y las imágenes perturbadoras en la pantalla.  Haneke es un cineasta al que admirar, y se pueden ver sus películas debido a la admiración, no porque disfrutes de ellas.
  • Jean Renoir: Jean Renoir es para el cine lo que Tolstoy es para la novela: un cineasta muy complejo que reúne a cada uno de sus personajes y escenarios con comentarios perspicaces e interesantes sobre la sociabilidad, la identidad y las relaciones humanas.  Jean Renoir representa el pináculo brillante del cine francés anterior a la Nouvelle Vague, además de ser uno de los grandes maestros del mundo del cine anterior a 1960.
  • Theo Angelopoulos: El cine griego nunca ha sido bendecido con un maestro tan visionario, poderoso y matizado en su estilo como Theo Angelopoulos, tan simple como eso. Su método cinematográfico controlado por expertos logra trascender su propia coreografía extensa y su naturaleza altamente artificial para convertirse en algo tan inmediato y puro como un documental; libre de los grilletes inherentes del medio y permitiendo observar la condición humana con humor, surrealismo y poder devastador. 
  • Ingmar Bergman: El cerebro sueco del cine. Más de 60 películas en su haber en sus 59 años como cineasta, y la calidad de cada película rara vez cae. Ha ganado 3 premios de la Academia a la mejor película en idioma extranjero, lo que es bastante impresionante teniendo en cuenta los temas que el director retrata con frecuencia: las películas de Bergman trataron sobre el dolor y el tormento, el deseo y la religión, y se centraron en aspectos realistas que la audiencia informal puede experimentar en la vida.

El cine que creamos en Europa

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El cine europeo comenzó a crear una identidad común en la problemática historia del siglo XX. En nuestro continente, todos los movimientos artísticos se pueden distinguir por características nacionales, incluso si muchos elementos se influenciaron entre sí. Por esta razón, el arte en general y también el cine en Europa, pueden verse como un «mosaico de culturas» que surgió de diferentes contribuciones de los estilos nacionales.

Sin embargo, aparte de la distinción, el cine europeo también revela muchos elementos comunes. En primer lugar, la formación de películas europeas está, de hecho, fuertemente influenciada por el patrimonio histórico y cultural de las formas de arte tradicionales, como el teatro, la música, la literatura, pero también la investigación estética de nuevos idiomas. En comparación con el cine estadounidense, las películas europeas se distinguen históricamente por «calidad» en lugar de por un producto industrial. Además, después de la Segunda Guerra Mundial, el cine fue utilizado en todos los países europeos para revelar la necesidad de mostrar la realidad de la vida común y la situación real después de la tragedia de dos guerras mundiales.

Después de la primera proyección de la Cinematografía de los hermanos Lumière en el Salon Indien del Grand Café de París en 1895, los operadores de los hermanos Lumière salieron a las calles de las principales capitales europeas. La película se utilizó para resaltar los acontecimientos históricos, la literatura y las tradiciones teatrales. En la primera década de su historia, el nuevo arte experimentó algunas figuras técnicas que se transfirieron al lenguaje cinematográficos de la fotografía. En Escandinavia, durante los años 1910 y 1920, hubo un desarrollo del cine danés y sueco sin embargo, fue principalmente en Francia, Alemania e Italia que la presencia de grandes figuras artísticas estuvo acompañada por las estrategias de producción-distribución, así como, la formación de mercado.

Las décadas de 1920, 1930 y 1940 también estuvieron marcadas por la gran emigración. Una gran cantidad de europeos, incluidos artistas, directores, actores y técnicos, se mudaron a los Estados Unidos; Introdujeron la calidad y las habilidades europeas en la visión del cine estadounidense. Sin embargo, al mismo tiempo, las películas europeas se enriquecieron con un nuevo tipo de realismo y formas de ficción, como el noir, el género fantástico o el melodrama.

Durante las décadas de 1940 y 1950, nació un nuevo «paisaje cinematográfico». Los europeos comenzaron a hablar sobre la resistencia al nazismo, a redescubrir la realidad, las actitudes y los diferentes problemas en varios países europeos. En este sentido, la guerra marcó la formación de algunas características de la industria cinematográfica europea; por lo tanto, la guerra en el cine se convirtió cada vez más en una costumbre social .

A partir de la década de 1950, muchos países europeos comenzaron a convertirse en mecanismos de financiamiento del gobierno; muchos estados hicieron sus propias leyes con un interés creciente en la idea de que el cine era un componente esencial para el crecimiento cultural y, por esta razón, muchos fabricantes comenzaron a buscar inversiones públicas y privadas. En la Europa del Este, predominó la influencia del cine soviético, caracterizado por una fuerte función social y una intervención decisiva del Estado.

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